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LA SINCERIDAD
DE LA CATA

Hay un momento en el proceso de creación del vino que es especialmente mágico. Es la cata, una de las herramientas del bodeguero. Será casi constante durante todo el proceso de creación: desde que se corta la uva hasta que se llega al vino deseado.

Se cata antes de entrar en barrica. Y a su salida. Se cata para elaborar el coupage: el diseño final. En él está su sinceridad: nuestros vinos ‘La Sabina’‘La Doncella’‘El Beso’ son el resultado de un proceso constante de prueba, porque las catas son las que van definiendo la sinceridad en cada paso. Cada vino por eso es diferente, porque es artesanal, lo que nos lleva a caldos elegantes y sinceros.

En este ritual es donde confluye la tierra, la mano del hombre y el alma del vino. Donde la esencia se hace sabor. Es un momento sincero en el que el vino se desnuda y puede contar su verdadera historia. Las viñas viejas hablan desde el vino, transformado por las manos del hombre. Y todo queda al descubierto: su variedad, su añada, su longevidad, el tiempo de crianza en barrica, su nivel de acidez. La cata de un vino de Pago Guijoso es toda una experiencia de vida. La transmisión del mensaje del terruño.